30 de julio de 2013

Transiciones en la alimentacion canina

Transición alimenticia

Los perros no necesitan gran variedad de alimento. En cuanto está acostumbrado a una ración, y si esta es completa y equilibrada, es preferible no cambiarla. Pero existen momentos en los que forzosamente tenemos que introducir en ella un nuevo alimento. ¿Cómo proceder a ello?
Puede que se tenga que hacer por razones médicas: la prescripción de un alimento dietético en caso de obesidad, tratamiento a una insuficiencia renal o cardíaca,... O por razones fisiológicas: las necesidades nutritivas del perro evolucionan en el transcurso de su vida. Un cachorro en crecimiento no necesita la misma alimentación que un adulto o un perro ya viejo. El modo de vida del perro puede contribuir al cambio también: no vamos a darle el mismo alimento a un perro en un período de caza intensa que si está esperando el inicio de la temporada siguiente cómodamente en el sofá.
Transición alimenticia
Sea cual sea el caso o la circunstancia, conviene preparar bien la transición alimenticia. Y es que un cambio brusco puede provocar problemas digestivas en el animal: diarreas, vómitos,... Eso en el caso que el perro acepte el cambio, porque muchas veces el perro sencillamente se niega a comer el nuevo alimento, ya que tiene un gusto diferente. Para que esta transición transcurra bien, es necesario seguir unas simples pautas. Consejos para conseguir una correcta transición alimenticia:
Incorporar progresivamente el nuevo alimento al antiguo.
Las duraciones de transición pueden ser alargadas si el animal niega su comida:
  • Días 1 y 2: 1/4 del nuevo alimento - 3/4 del alimento habitual
  • Días 3 y 4: 1/2 del nuevo alimento - 1/2 del alimento habitual
  • Días 5 y 6: 3/4 del nuevo alimento - 1/4 del alimento habitual
  • Día 7: El 100 % del nuevo alimento.                                                                                       Perrosmania.com

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