Hay ciertas enfermedades infecciosas que pueden atacar a nuestros perros aunque los mantengamos en óptimas condiciones y la mayoría de ellas son tan serias que la prevención es la única alternativa contra la muerte o la incapacidad sin esperanza. Por esto es necesario que sigamos un programa de vacunación apropiado.
Un aspecto significativo de la orientación sobre nuestro cachorro, es un entendimiento claro sobre las enfermedades infecciosas más comunes que podrían afectarlo.
La mayoría de las enfermedades infecciosas comunes pueden prevenirse con vacunas y combinarse con un examen físico anual.
Las enfermedades contra las cuales se vacunan los perros incluyen: Parvovirosis, moquillo, hepatitis viral, enfermedades del aparato respiratorio como la parainfluenza, coronavirus, leptospirosis y rabia.
El cachorro recién nacido recibe alguna inmunidad provisoria a través del calostro materno, que es la leche que mama en los primeros días de vida. Después que deja de mamar, (destete) esta inmunidad que viene desde la madre comienza a desaparecer gradualmente hasta que llega un momento que ya es insuficiente para protegerlo contra las enfermedades. En algunos cachorros desaparece ya a las 6 o 7 semanas de vida y en otros perdura hasta las 15 semanas. Para poder determinarlo, se necesitan realizar estudios muy engorrosos y costosos, por eso desde el punto de vista practico debemos considerar que ya hacia las 6 semanas la inmunidad proveniente de la madre es insuficiente para protegerlo, entonces a esa edad es cuando se comienza a vacunar con vacunas especialmente elaboradas para cachorros.
Ninguna vacuna proporciona inmunidad absoluta y nunca es igual en todos los miembros de un grupo vacunado, incluso en algunos cachorros esta inmunidad es tan poca luego de la vacunación, que pueden enfermarse como si no hubiesen sido vacunados.
Las vacunas, para ser aprobadas, deben conferir adecuada inmunidad en por lo menos un 95 % de los animales vacunados. Esto indica que muchas veces cuando el cachorro se enferma a pesar de haber sido vacunado, es mas bien debido a una deficiencia del organismo del animal y no a una vacuna inefectiva. No obstante las vacunas deben ser conservadas en frío, ya que están elaboradas con microorganismos que requieren bajas temperaturas para su conservación. También deben ser tenidos en cuenta la vía de aplicación y la limpieza del área donde se va a aplicar la vacuna. Es conveniente que las vacunas sean aplicadas por el veterinario.

PARVOVIROSIS CANINA
La parvovirosis canina es una enfermedad que hace su aparición en el año 1978 en la Argentina. Es una enfermedad altamente contagiosa y el agente que la provoca, el parvovirus, esta catalogado entre los virus más resistentes hasta ahora conocidos. Sobrevive en el medio ambiente durante meses. La lavandina común es el único desinfectante eficaz contra el Parvovirus.
Se transmite por materia fecal y por todas las secreciones eliminadas por el perro enfermo, penetrando por vía bucal en los perros susceptibles a través de las manos o el calzado de quien haya estado en contacto con algún perro infectado.
Los primeros síntomas son vómitos y diarrea profusa que en muchas oportunidades son hemorrágicos. Junto con estos síntomas aparecen alta temperatura, depresión y falta de apetito. En los casos en que la diarrea y los vómitos son profusos e incontrolables, la deshidratación es lo que más compromete la vida de nuestro perro.
En los cachorritos de menos de 30 días la parvovirosis puede adoptar una forma cardíaca de presentación sobreaguda con muerte repentina.
Hasta el momento no se conocen medicamentos específicos para la curación del Parvovirus. El tratamiento es solo de sostén y de alivio de los síntomas.
La mejor forma de prevenir a nuestro cachorro, además de minimizar el contacto con posibles portadores de la enfermedad y de mantener una estricta higiene del ambiente con lavandina, es la vacunación.

MOQUILLO O DISTEMPER CANINO
El moquillo o distemper canino es una enfermedad viral contagiosa y es la que ocasiona mas muertes en los perros cachorros entre los 3 y los 6 ó 7 meses de edad, aunque perros de todas las edades pueden enfermarse.
La enfermedad la provoca un Paramixovirus que es relativamente débil a los agentes desinfectantes comunes y al calor. Se transmite a partir de todas las secreciones del cuerpo del perro infectado.
A los 7 a 14 días del contagio, el cachorro comienza con temperatura elevada, conjuntivitis y secreción nasal. Luego es común la presentación de tos, diarrea, falta de apetito, vómitos y deshidratación con perdida de peso, especialmente en el moquillo agudo. Los síntomas van progresando hacia a una pulmonía y en muchos casos se desarrollan síntomas neurológicos como espasmos musculares, falta de coordinación en las patas, convulsiones, rigidez muscular, marcha en círculo etc...
El pronostico del moquillo depende en gran medida de la aparición de estos síntomas nerviosos.
Es una enfermedad difícil de tratar porque no existen medicamentos específicos para curarla.
LA APARICION , EN EL MOQUILLO, DE SINTOMAS NEUROLOGICOS HACE QUE EL PRONOSTICO SEA DESFAVORABLE
La mejor manera de prevenir la enfermedad es vacunando a los cachorros a partir de los 50 días de vida.
Las vacunas hoy disponibles son de altísima calidad e inducen una inmunidad eficaz contra el moquillo canino.

HEPATITIS INFECCIOSA CANINA

La hepatitis infecciosa canina es provocada por un adenovirus que es moderadamente resistente y sobrevive en el ambiente durante varios meses. Es destruido por el calor y algunos desinfectantes.
El principal órgano afectado es el hígado. Al principio de la enfermedad, los síntomas son similares a los del moquillo, aunque luego el cachorro presenta generalmente dolor abdominal fuerte con palidez y niega moverse. Los perros más afectados pueden presentar diarrea hemorrágica, agrandamiento del hígado y signos neurológicos. Cuando la enfermedad se generaliza, el pronóstico se torna difícil.
La enfermedad se transmite por contacto directo con otros animales infectados a través de la saliva, orina y la materia fecal. Este virus no es capaz de provocar hepatitis en los seres humanos pero puede provocar infecciones del aparato respiratorio en perros
Para esta enfermedad tampoco existen medicamentos específicos para curarla.
La vacunación es el único método eficaz para prevenir esta enfermedad y es muy efectiva

RABIA

La Rabia es una grave enfermedad causada por un Rhabdovirus que afecta al sistema nervioso central de todos los animales de sangre caliente, incluyendo al hombre.
Es un virus débil y no persiste en el medio ambiente.
La luz solar, temperaturas cálidas, desecación y desinfectantes comunes destruyen su poder infeccioso.
El contagio se produce mediante la saliva infectada del animal rabioso como resultado de una mordedura. El contacto con la conjuntiva ocular y la mucosa nasal también puede inducir la infección.
La enfermedad se caracteriza por cambios en la conducta del animal. El afectado entra en un estado de agresividad e intenta morder cualquier cosa. Este periodo es seguido por un estadio paralítico, sobreviniendo la muerte.
No hay cura para esta enfermedad una vez que se desarrollan los síntomas. Cualquier animal o persona en la que se sospecha haber tenido contacto con el virus rábico, debe seguir un tratamiento profiláctico.
LA RABIA, ES HASTA EL MOMENTO, UNA ENFERMEDAD INCURABLE.
La única alternativa es la vacunación que es muy efectiva tanto para perros como para gatos. Se recomienda la vacunación a los 3 ó 4 meses de vida del cachorrito y luego todos los años.
Esta vacuna es OBLIGATORIA en todo el territorio nacional.

TRAQUEOBRONQUITIS INFECCIOSA (TOS DE LAS PERRERAS)

Varios virus y bacterias son sospechosos de provocar esta enfermedad; entre ellos están un Paramixovirus, un Adenovirus y una bacteria: la Bordetella Bronchiseptica.
Son todos microorganismos muy contagiosos que a través de las vías respiratorias de los animales enfermos se transmiten a otros perros.
La manifestación de esta enfermedad es una tos severa debido a la traqueobronquitis. El perro puede tener fiebre y decaimiento y en algunas oportunidades puede complicarse con neumonía. Generalmente es una enfermedad autolimitante, esto significa que en unos días los perros mejoran aún sin tratamiento.
Existen vacunas contra esta enfermedad que vienen combinadas con las de moquillo, hepatitis y parvovirus.

CORONAVIROSIS

Como el nombre lo indica, es una enfermedad provocada por un Coronavirus que afecta al sistema gastrointestinal de los cachorritos. Suele ser una enfermedad leve aunque en animales de menos de 2 meses puede transformarse en grave debido a las pocas defensas que ellos poseen. La principal complicación es la deshidratación que puede provocar por los vómitos y diarrea que provoca.
La fuente de transmisión es la materia fecal de animales que eliminan este virus.
Es inactivado por la mayoría de los desinfectantes comunes.
Las vacunas elaboradas con virus inactivados, están disponibles en la actualidad aunque es difícil valorar su efecto ya que la mayoría de los perros que cursan esta enfermedad, lo hacen en forma leve y en muchos casos casi sin síntomas.

LEPTOSPIROSIS

Esta enfermedad grave es causada por ciertas espiroquetas denominadas Leptospira Canicola y Leptospira Icterohemorrágica, que se transmiten por contacto de las membranas mucosas nasales y bucales con orina de un perro ó rata infectados.
Los síntomas son severos e incluyen temperatura elevada, depresión, ictericia y hemorragias internas, relacionándose con problemas de hígado y riñones.
Muchos animales que se recuperan, pueden sufrir la enfermedad en forma crónica de los riñones.
La Leptospirosis puede diseminarse desde los perros a los humanos, por lo tanto la prevención es de primordial importancia.
LA LEPTOSPIROSIS PUEDE CONTAGIARSE A LOS HUMANOS, POR ESO LA PREVENCION CON LA VACUNACION ES MUY IMPORTANTE
La vacunación de los cachorros desde los 2 meses es muy importante para prevenir la diseminación de la enfermedad; se aplica asociada con otras vacunas.

RECOMENDACIONES
El único método efectivo de proteger a nuestro perro contra estas graves enfermedades infecciosas es a través de un programa adecuado de vacunación.
Es mucho más fácil prevenir la mayoría de las enfermedades, que darles tratamiento... y el resultado es mucho más grato.
Solo debemos vacunar perros sanos. No nos dejemos engañar por los que dicen que ellos nunca vacunan a sus perros. Las vacunas elaboradas hoy en día son altamente purificadas y no provocan ningún efecto desagradable.
Ninguna vacuna proporciona una inmunidad de por vida; todos los perros deben ser revacunados anualmente.

Dr. Roberto Serviddio