17 de noviembre de 2011

Etología del PASTOR ALEMAN

PASTOR ALEMAN

Generalmente, cuando se piensa en un perro, nuestra mente idealiza inmediatamente la imagen de un Pastor alemán que, sin lugar a dudas, es el perro más difundido de todos. Para confirmar este dato, puede decirse por ejemplo que en Italia, de 100 cachorros puros de raza, inscritos en los libros de orígenes, más de 25 son precisamente Pastores alemanes, resultando este porcentaje válido también para muchos otros países. Un hecho semejante tiene obviamente una razón y no se trata solo de una moda o de cuestiones de uso. Abandonada hoy de manera definitiva, la guardería de los animales, de los cuales en un tiempo era feroz custodio, el Pastor alemán realiza actualmente su trabajo acompañando a los ciegos, en la búsqueda de personas extraviadas o accidentadas, como perro de salvamento en los aludes, como auxiliar de las fuerzas del orden, como perro antidroga, como portador de órdenes en el ejército, pero también como perro de guarda y como perro de defensa personal.

A finales del siglo XIX, un tal Von Stephaniz fue quien seleccionó. con métodos muy rigurosos, a esta raza cuyos orígenes se pierden literalmente en la noche de los tiempos. Según algunos, descendería de los lobos salvajes cruzados con perros domésticos. Otras tesis en cambio, lo señala como descendiente del antiguo perro de la edad de bronce, que vivió algunos milenios antes de Cristo, originario de Asia y de rápida difusión en Europa. Para volver a épocas más recientes, el Pastor alemán en su forma actual, es fruto de una cuidadosa selección de los criadores alemanes que han cuidado, de manera verdaderamente hábil tanto el aspecto estético- funcional como el relativo al carácter. Por estas cualidades particulares, a partir del comienzo del siglo XX, este perro ha tenido progresivamente un éxito extraordinario, no igualado por ninguna otra raza canina.

Es conveniente recordar, que los mejores ejemplares tienen hoy un gran mercado alcanzando cotizaciones muy elevadas. Sin embargo, ellos representan el vértice de una crianza cuya base es amplísima y que ofrece por lo tanto, la posibilidad de trabajar perfectamente con un material de gran valor tanto cuantitativamente como cualitativamente. Una raza antigua pero seleccionada y criada con pericia y gran competencia, en la cual al mismo tiempo se ha puesto una atención especial en los aspectos comerciales del proceso.

La forma ligeramente alargada del Pastor Alemán, corresponde perfectamente a su naturaleza de trotador muy resistente. Tiene una estructura enjuta, robusta y muy musculosa; con una expresión que debe denotar gran inteligencia, vivacidad y temperamento. Estas son las características más destacadas de este perro. Más en detalle, su cabeza no debe aparentar nunca desproporción o un excesivo peso; debe tener el hocico muy potente, provisto de robusta mandíbula (necesaria para sujetar decidida y tenazmente), donde la dentadura, en forma de tijera, cierra perfectamente.

Las orejas, triangulares y erectas, son de inserción alta y cuando el perro está atento, las mueve hacia adelante. Ojos ligeramente almendrados y de color oscuro. La unión del cuello con el cuerpo es de longitud mediana, enjuta, es decir, carente de papada. Cuando el perro se desplaza, pone la cabeza y el cuello casi horizontalmente. El tronco es alargado, con tórax bien desarrollado, adecuado para garantizar una buena oxigenación durante los esfuerzos prolongados, con una línea superior bien recta que concuerda con una grupa larga y ligeramente caída. Cola con denso pelo y de buena longitud, tanto como para llegar hasta el corvejón o superarlo. Los ángulos de las partes anterior y posterior, deben ser bien marcados con hombros oblicuos y muslos anchos y musculosos. Esta constitución, con ángulos bastante cerrados le permite al perro, en sus desplazamientos, cubrir mucho espacio, es decir, tener un gran impulso de la parte posterior y un gran avance de la anterior. Con un trote muy alargado y rasante debe tenerse la impresión de que el perro se desplaza sin esforzarse ni fatigarse. Por último, durante los desplazamientos, la línea superior no debe parecer nunca débil o peor aún, caída sino formar una unidad entre la cabeza, llevada hacia adelante y la cola, mantenida muy alta, en posición casi horizontal.

Equilibrio, inteligencia, valor, obediencia  fidelidad absoluta son características esenciales del Pastor alemán, que lo convierten en un perro de gran versatilidad, apto para realizar rápidos aprendizajes. El propietario mismo puede, por lo tanto, adiestrar perfectamente a su perro frecuentando tal vez, algún curso colectivo organizado por la sociedad especializada en el mantenimiento de esta raza. Durante las fases de adiestramiento, podrá notarse con gran satisfacción, la facilidad para el aprendizaje y el "placer para el trabajo" de esta. Es preciso no emplear nunca rudeza o brutalidad sino firmeza y convicción, comenzando con los ejercicios de obediencia para proseguir después con los otros (ataque, defensa, rastro, etc.), gradualmente, a medida que el perro crece. Si no se dispone de espacios suficientemente amplios, es necesario que el perro realice largos paseos periódicos, porque un ejercicio semejante garantiza un perfecto desarrollo corporal y muscular y ayuda al buen adiestramiento. Si se cría, se educa, y adiestra correctamente, el Pastor alemán se convierte en un perro que siempre va a causar asombro. Son realmente incontables los conocimientos que logra aprender para mejor servir a su amo y amigo con el cual llega a establecer una relación de perfecta simbiosis que durará por toda la vida del perro.

A este propósito, basta con recordar los sucesos-de los cuales ocasionalmente hablan los periódicos-de pastores alemanes que se han dejado morir de hambre sobre la tumba de sus amos o de perros que abandonados lejos de su casa-por propietarios desconsiderados-han recorrido enormes distancias hasta encontrar el camino que los condujera a aquéllas demostrando, de este modo, un excepcional sentido de la orientación y gran afecto y fidelidad incluso, al peor de los amos.

Altura y peso. Alzada a la cruz: de 60 a 65 cm. para los machos, de 55 a 60 cm. para las hembras; peso medio: 32 kg.

Cabeza. Proporcionada con el cuello. Vista desde arriba se va achicando, gradualmente desde las orejas hasta la punta de la nariz con escotadura naso-frontal oblicua y no muy marcada. Labios tensos, enjutos, bien adheridos. Hocico potente. Caña nasal recta. Trufa negra.

Ojos. De tamaño mediano, con forma de almendra, algo oblicuos, oscuros .

Orejas. De tamaño mediano, anchas en la base, de inserción alta y puntiagudas, llevadas siempre erguidas y dirigidas hacia adelante.

Cuello. Robusto, de longitud mediana, con musculatura bien desarrollada, sin piel floja ni papada.

Extremidades anteriores. Hombros largos, oblicuos, planos, formando con el brazo un ángulo casi recto. Antebrazo recto. Corvejón sólido pero no muy recto.

Cuerpo. Tórax profundo pero no muy ancho, costillas con forma de barril. Vientre poco retraído. Dorso recto muy desarrollado. La longitud del tronco supera a la alzada a la cruz. Lomo ancho y robusto, grupa robusta y ligeramente caída.

Extremidades posteriores. Muslos anchos con fuerte musculatura. Fémur bastante largo. Tarso y metatarso sólidos y robustos.

Pies. Redondeados, cortos, bien cerrados, arqueados. Planta muy dura. Uñas cortas y fuertes, generalmente oscuras.

Cola. Densamente cubierta de pelo, larga hasta el corvejón. En reposo cuelga y se curva ligeramente, en movimiento o en estado de excitación el perro la levanta pero nunca por encima de la línea de lomo, curvándose un poco en el extremo.

Pelaje. En lo relativo al pelo, los pastores alemanes se subdividen en tres variedades: de pelo corto duro, de pelo largo duro y de pelo largo suave. El color puede ser negro, gris-hierro, uniforme o con manchas regulares marrones o amarillas. Subpelo siempre más claro salvo en aquellos ejemplares completamente negros.

ALIMENTACION. Las exigencias alimenticias de mantenimiento han sido calculadas en 1650 / 1700 kcal diarias. La necesidad en sales minerales se equilibra de este modo: calcio 4,6 gr., potasio 3,8 gr.; vitaminas liposolubles: A 0,63 mg., D 5,23 mg. al día.

Durante su crecimiento, el perro necesita dosis superiores en dos veces y media a las arriba indicadas. Las perras que se encuentran en estado gestante, necesitan una cantidad aún mayor hasta la 7.ª - 9.ª semana de gestación.

CUIDADOS DIARIOS. El cuidado del pelaje debe realizarse diariamente con un cepillo metálico. particuIar atención deberá prestársele a ciertos ejemplares, por la tendencia a la forunculosis en la zona anal, caso en los cuales es aconsejable una limpieza adecuada con jabón o con solución antiséptica, para evitar la difusión de gérmenes hacia otras partes del cuerpo.

CON EL VETERINARIO. El Pastor alemán ha tenido una excepcional difusión en todo el mundo como para ser considerado el perro por excelencia. Con este motivo, se encuentra entre las razas caninas más estudiadas tanto bajo el perfil morfológico como psicofísico. Describimos a continuación algunas de las alteraciones que con mayor frecuencia afectan a esta raza. La ostiomielitis aguda, es una enfermedad muy dolorosa que puede presentarse en los primeros doce meses de vida y que se manifiesta con una inflamación de los elementos celulares del hueso, del involucro que lo envuelve (periostio) y de la cavidad medular. La terapia se basa en el alivio del dolor. La displasia de la cadera que se manifiesta con un aplanamiento congénito de una u ambas cavidades acetabolares, produce en el perro una debilidad de las extremidades posteriores, ondulación de la parte posterior, dificultad al levantarse y al subir las escaleras. La diagnosis definitiva se realiza por medio de exámenes radiográficos. En los ejemplares menores de cuatro años, se presenta una alteración de los músculos maseteros (masticadores), que se prolonga durante 2-3 semanas pero después aparece nuevamente y empieza a repetirse a intervalos cada vez más cortos. La causa de esta enfermedad, tan dolorosa como para impedirle al animal comer, es hasta el momento actual desconocida.

EL DESARROLLO. Para esta raza, más aún que para cualquier otra, debe ponerse mucha atención para lograr un correcto y equilibrado desarrollo esquelético y muscular.

No alcanza por lo tanto para el Pastor alemán, con una suficiente ración diaria de alimento sino que necesita disponer de un espacio relativamente amplio para poder moverse libremente. Si no se posee un jardín, es preciso hacerle dar al perro largos paseos cotidianos hasta que haya alcanzado el completo desarrollo corporal, teniendo cuidado de cansarlo mucho, sobre todo, cuando todavía es un cachorro. Por último, un buen entrenamiento es aún más necesario para aquellos ejemplares que serán sometidos a pruebas de trabajo en las cuales la resistencia física es uno de los requisitos esenciales para superar determinados ejercicios como los saltos -alto y de la empalizada- las carreras en pista y las pruebas de resistencia en largas distancias. En este caso, resulta además imprescindible un mayor aporte de calorías diarias aumentando las dosis arriba indicadas de acuerdo con las exigencias y, en relación directa, con el trabajo realizado por el perro que siempre deberá ser controlado durante el entrenamiento.

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