14 de abril de 2012

El miedo y las fobias en los perros frente a determinados estimulos

El miedo y las fobias en los perros frente a determinados estimulos


Las fiestas de fin de año…
Navidad y Año Nuevo…

Época de miedos intensos para las mascotas.



Para algunos, una época de encuentros y festejos; para otros, días que complican seriamente la vida del compañero de cuatro patas y la familia.

Al escuchar petardos, muchos perros, sin importar la raza, edad y el sexo, sienten un miedo intenso que los lleva a buscar, sin resultado, un lugar donde refugiarse.

El excesivo temor les impide realizar su actividad normal. Hace que se sientan mal, permanezcan muchos horas del día escondidos, coman y duerman poco, no deseen pasear o jugar...

Es importante diferenciar miedo y fobia.

El miedo es una respuesta normal y puntual que se presenta frente a situaciones desconocidas. El individuo desconfía, actúa cautelosamente, toma distancia, pero si observa que lo que lo asusta no representa peligro para él deja de temer y retoma su actividad habitual.

En cambio, la fobia es una respuesta de miedo excesiva, exagerada, desproporcionada, que se prolonga en el tiempo, y lo lleva a intentar escapar desenfrenadamente. Le impide evaluar si el evento es realmente peligroso o no, y las consecuencias de sus actos.

La excesiva reacción de miedo que presentan algunos perros al oír truenos o petardos se debe a una enfermedad de conducta, y en consecuencia debe brindárseles el tratamiento adecuado.

En presencia de fobia (por diferentes causas) el perro está muy atento a todo lo que sucede a su alrededor y puede orinar o defecar en lugares inadecuados.

Busca permanecer junto a su dueño, está intranquilo, inquieto, jadea, tiembla, babea…

Atropella muebles, puertas…, busca refugio en lugares impensados, por ejemplo adentro de la heladera, el ropero o la bañadera, en el minúsculo espacio detrás de la mesa de luz... Pero, como no se siente seguro en ningún lugar, continúa buscando, sin hallarlo, ese espacio que le posibilite protegerse y calmarse.

El miedo intenso y su afán por huir del estímulo que lo aterra, lo lleva a destruir cosas a su paso, arremeter contra puertas cerradas, atravesar rejas sin importarle el tamaño pudiendo quedar atrapado entre ellas, traspasar ventanales de vidrio, arrojarse al vacío desde pisos altos… Muchas veces se lesiona severamente.

Puede escapar y alejarse del hogar hasta perder el camino de regreso, e incluso manifestar agresión hacia el propietario cuando intenta sacarlo del lugar adonde se refugió.

El estado del perro angustia mucho a su dueño que desconoce como ayudarlo. A veces lo acaricia para calmarlo, otras lo reprende, lo ata, lo encierra, le grita, lo castiga...

La tensión crece como una bola de nieve que se hace cada vez mayor, agravando el problema más y más a medida que empeora el estado del animal.

Con el correr del tiempo y sin tratamiento esta enfermedad comportamental progresa, y se suman otras situaciones en las que el miedo es exagerado en cualquier época del año.

No sólo con los petardos, no sólo con las tormentas…

Muchos otros estímulos lo aterran. El sonido del viento, la aspiradora, los globos, el secador del pelo, ruidos de canchas de fútbol o de la calle, sonidos de cosas que caen al suelo, bultos, elementos en movimiento, reflejos… A veces no puede identificarse qué causa la reacción del animal.

Los signos conductuales pueden exacerbarse si está solo, o durante la noche cuando los sonidos parecen aumentar por el silencio reinante alrededor (el perro despierta al propietario saltando descontrolado sobre la cama cuando busca protección).

Entonces, el miedo es normal, puntual y transitorio pero la fobia no lo es.

Si el perro es muy asustadizo es importante realizar la consulta etológica para diagnosticar que está realmente sucediendo.

Las fobias generalmente empeoran con el correr del tiempo y le impiden al animal preservar su bienestar y tener buena calidad de vida. Tienen tratamiento, y éste le posibilitará al compañero de 4 patas sentirse bien, y a la familia disfrutar de su compañía los 365 días del año.

2 comentarios:

  1. Increible pensar que los animales puedan tener fobias! por eso es importante darles amor y un buen entrenamiento. Para mayor información visita
    http://www.unperroeducado.com

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  2. Tengo un perro encontrado en la calle que despues de cinco meses hemos conseguido que en casa obedezca estupendamente es super listo,ha tardado lo suyo en controlar la orina pero era normal porque era cachorro y aguantaba poco, tenemos una azotea que hemos utilizado para que hiciera ahi sus necesidades ya que hacia pipi cada dos horas y bebia mucha agua,algo que nos estrañaba mucho, ya bebe algo mas normal y hace sus necesidades tres veces al dia y aguanta bien, el tema es que debido a querer controlar sus necsidades para evitar que lo haga en casa no nos dimos cuenta que las veces que salia a la calle no hacia pipi ni popo y ademas era un auntentico suplicio salir a la calle, cuando lo hemos detectado lo sacabamos por la noche, sobre todo era para evitar los ruidos de coche,personas ect que no le agradaba ver ni cruzarse con nada.
    Es super obediente en casa,aprende todo a la primera y hemos cambiado a las mañanas las salidas, las primeras unas autenticas torturas para el, pero hemos insistido -tampoco es que me vaya a una plaza llena de gente -sino que lo paseo, desde el primer momento no quiere pero ignoro esa peticion y sigo sacandolo, si se pone demasiado nervioso me paro me siento y el lo hace, hasta que este tranquilo, si tira me paro y asi un dia y otro ,solo premio que no se ponga nervioso cuando le acaricia otra persona en la calle, lo noto porque no tiembla, de vez en cuando ha empezado a oler y eso me da esperanza, es lindo y todo el mundo me para espero que con timpo venza el miedo a la calle, admito sugerencias.saludos

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