6 de diciembre de 2012

El Asma y Las Mascotas

El Asma y Las Mascotas

Artículo exclusivo para la publicación Notican®
Son incontables las veces en que he sido consultado sobre el asma y el efecto que tienen las mascotas en el aparecimiento de esta enfermedad gracias a éstas consultas me he podido dar cuenta que existen no sólo muchas dudas, sino que también muchos mitos acerca del verdadero papel que juegan las mascotas en dicho padecimiento.
Si a lo anterior unimos el hecho de que soy padre de una niña asmática desde los ocho meses de edad, la cual ha estado en contacto con animales casi desde su nacimiento, puedo dar testimonio de que si bien es cierto que los animales pueden ser potenciales detonadores de una crisis asmática, existen otros factores, quizá más importantes, que debemos controlar o evitar antes de culpar a una mascota del asma de nuestros hijos.
Para empezar, la palabra asma se origina de un vocablo griego que significa jadeo o jadeante, y es esencialmente una incapacidad para respirar adecuadamente.
El asma es un padecimiento crónico, en el cual las vías respiratorias, al entrar en contacto con ciertas sustancias (llamadas alergenos) provocan que el paciente sufra de tos, sibilancias (silbidos al respirar) y dificultad respiratoria (disnea).
Es un error pensar que el asma es “una especie de alergia”, pues a pesar de que muchos pacientes asmáticos suelen tener otros tipos de alergias, no todas las personas que padecen de alergias sufren ataques de asma.
Es importante establecer las diferencias que existen entre una alergia a ciertos animales y un episodio asmático debido al contacto con mascotas. Según datos de la Fundación Americana del Asma y la Alergia (AAFA) sólo en los Estados Unidos existen casi 100 millones de animales domésticos, casi cuatro animales domésticos por cada 10 personas, resultando entre un 15 a 30% las personas alérgicas a los perros y los gatos, o incluso a una sola raza en particular.
Las personas alérgicas manifiestan hinchazón y picazón en los ojos, nariz, estornudos y congestión nasal, asímismo, si son lamidos o rasguñados por su mascota sufrirán de enrojecimiento ó comezón en dicha zona. No obstante estas alergias pueden aparecer luego de mucho tiempo de contacto con él o los animales .
Por su parte, las personas asmáticas tienen una exagerada respuesta ante los alergenos inhalados, lo que provoca que los músculos que están en las vías respiratorias se estrechen.
En una persona no asmática, que se expone a estos mismos alergenos, con el simple hecho de respirar profundamente es capaz de liberar a los pulmones de dicho irritante y relajar las vías respiratorias, cosa que no sucede en un paciente asmático.
De la mano de esta irritación y estrechez de las vías respiratorias ocurre también una liberación de células y otros factores de defensa que provocan que las vías respiratorias se inflamen, se llenen de líquido y produzcan un moco espeso; todo esto conduce al aparecimiento de tos, falta de aire, salida de flema e incapacidad para respirar.

QUÉ CAUSA EL ASMA?

1) Factores genéticos:

Está claramente establecido que una sensibilidad genética, de la mano de ciertos componentes ambientales son las principales causas del asma.
Estudios han demostrado que cerca de un tercio de todas las personas asmáticas comparten el padecimiento con al menos un miembro cercano de la familia, e incluso estudios recientes en EUA establecen que hay mayor riesgo de asma según la población étnica, por ejemplo se logró determinar que los afro-americanos sufren más de asma que los caucásicos.

2) Factores ambientales:

En un estudio reciente, llevado acabo con niños asmáticos se logró determinar que cerca del 37% fueron alérgicos a las cucarachas, un 25% a los ácaros del polvo y un 23% a los gatos, siendo estos últimos los causantes de una mayor tasa de hospitalización en niños debido a un ataque severo de asma.
Pese a lo que se esperaba, los perros ocuparon un porcentaje de afectación bastante bajo y no tuvieron ningún efecto en cuanto a la hospitalización de los niños.
Otros factores ambientales como el aire frío, las tormentas con truenos, el ejercicio, emociones extremas, humo del tabaco, polen, mohos, ácaros del polvos y ciertos hongos pueden provocar ataques de asma y con una frecuencia considerable, en especial los ácaros del polvo y el polen.
Está totalmente definido que el humo del cigarrillo, y sobretodo el humo pasivo en los hogares es uno de los principales desencadenantes de los ataques de asma en los niños.
De igual forma los gases emitidos por motores de diesel, dióxido de azufre y partículas de hollín parecen influir en el asma de los niños.

3) Algunos Alimentos:

Es bueno señalar que cerca de un 10% de los niños asmáticos resultan también afectados por la ingestión de ciertos alimentos, siendo el huevo, el pescado, mariscos y las nueces, de los principales comestibles involucrados.

4) Otras enfermedades:

Estudios recientes han demostrado que el resfriado común desencadena la mayoría de los ataques de asma en niños de edad escolar; de igual forma la sinusitis y la rinitis en este tipo de niños puede influir en el aparecimiento de las crisis.

5) Otras Teorías:

Existe una teoría que culpa a las vacunas del sarampión y la tos ferina que se aplican durante la niñez al aparecimiento cada vez mayor de asma en los niños; los expertos que postulan y defienden esta teoría aseguran que unas células llamadas TH2 incrementan su actividad y estimulan el asma, no obstante dicho postulado cuenta con muchos detractores.

6) El papel de las mascotas:

Las investigaciones de la Fundación Americana de Asma y Alergias (AAFA) revelan que cerca de un 30% de las personas asmáticas presentan ataques producto del contacto con animales.
A diferencia de lo que mucha gente cree no es el pelo del animal lo que resulta alérgico para el paciente, sino más bien las células muertas de la piel, la caspa, la saliva, las plumas e incluso hasta su orina.
Se ha comprobado que a pesar de que el pelo de perro, gatos u otros animales no represente problemas, si tienen la capacidad de acumular ácaros del polvo, polen, mohos u otros alergenos que desencadenan el ataque asmático. De igual forma las mascotas que viven en jaulas, como pájaros o hámster pueden asilar ácaros y moho producto de una mala higiene.
Ahora bien, estos productos alérgicos que secretan los animales tienen la capacidad de ser transportados por el aire de un lugar a otro y pueden conservar su potencial alérgico por meses en el medio ambiente, incluso existen hogares donde nunca ha existido un animal y los alergenos están presentes, ya sea por efecto del viento o personas que los han llevado en sus ropas.
Tal y como se mencionó anteriormente, al parecer son los gatos las mascotas que más ataques de asma ocasionan (y los más severos), seguidos de las aves y los roedores, ocupando los perros un lugar bastante bajo en comparación con otros animales.
Ahora bien, debemos hacernos entonces la pregunta: ¿debemos tener una mascota ó conservar la que tenemos en nuestra casa si nuestro hijo es asmático?
Para empezar debemos respetar y seguir al pie de la letra las indicaciones que el pediatra nos haga sobre este tema, pues él es el médico tratante de nuestro hijo y sabe la gravedad de su caso y sobre todo, los factores que lo ponen en riesgo y agravan su situación.
No obstante sobre este tema hay un trasfondo mayor, pues muchos médicos coinciden en que “las mascotas son un complemento importante para el desarrollo de los niños, desde un punto de vista físico como afectivo... aprenden a dar y recibir cariño y en muchas ocasiones se convierten en la única compañía para ellos”, esto en palabras del pediatra Dr. Elías Jiménez F.
De igual forma, el Dr. Jiménez coincide con el criterio de muchos médicos veterinarios, que somos consultados sobre este tema en que, el problema no se resuelve sacando a la mascota de la casa, pues como hemos mencionado los alergenos que poseen los animales pueden permanecer por meses en la casa ó incluso ingresar a través de otros medios.
De la mano de lo anterior existe un factor muy importante y es el emocional, pues todos sabemos lo importante que resulta una mascota en nuestros hogares y sobre todo para los niños.
He sabido de niños que les han prohibido las mascotas debido al asma y que han entrado en casos de depresión, falta de apetito y demás, factores indeseados en un niño enfermo; de igual forma sé de niños que literalmente “mueren por una mascota” y que sus padres dan negativas rotundas debido a que son asmáticos.
Demás está mencionar los casos de esos niños que son culpados por sus hermanos no asmáticos de la salida de una mascota del hogar o de la imposibilidad de contar con una.
Ahora bien, y quiero ser claro en este sentido, cuando los pediatras recomiendan evitar el contacto
con ciertos animales a un niño asmático, no es lo único que recomiendan; ellos dan una serie de medidas que deben tomarse para evitar las crisis en los pequeños, pues el asma no es sólo desencadenada por el contacto con los animales y por tanto sacar el animal de la casa ó no tener nunca una mascota en la familia no es la única forma de evitarla.

REVISEMOS PUES ALGUNAS MEDIDAS BÁSICAS QUE LOS PADRES DE UN NIÑO CON ASMA DEBEN SEGUIR:

  • Cubrir el colchón y las almohadas con un forro que no deje entrar el aire
  • Evitar las alfombras en la casa y en caso de tenerlas, limpiarlas con frecuencia (existen actualmente aspiradoras equipadas con filtros HEPA, capaces de captar partículas sumamente pequeñas). Si se trata de un piso de cerámica o madera limpiarlo con un trapo húmedo.
  • Usar cortinas lavables o persianas en el cuarto del niño, así como mobiliario que pueda ser limpiado con trapos húmedos.
  • Usar almohadas y ropa de cama hipoalergénicas, lavarlas con frecuencia, así como evitar las almohadas de plumas.
  • Colocar deshumidificadores en los cuartos o closet para controlar la humedad a menos de un 50%.
  • No fumar dentro de la casa y mucho menos en presencia del niño asmático.
  • Evitar alimentos como nueces, pescado o chocolate
  • No acampar o hacer caminatas en los meses donde hay mayor cantidad de polen en el ambiente.
  • No tener peluches cerca del niño y en caso de tenerlos lavarlos semanalmente con agua caliente, incluso se menciona que introducirlos en el congelador por 24 horas ayuda a eliminar de ellos los ácaros del polvo.
  • Vacunar a los menores contra los virus de la influenza (gripe) y la neumonía por pneumococcus.
Ahora bien, volvamos con las mascotas. Si el criterio del pediatra no nos impide tener una mascota en casa ó si la posibilidad de buscarle un nuevo hogar nos es inaceptable, me permito resumir algunos de los consejos para reducir al mínimo el aparecimiento de una crisis asmática achacable al contacto del niño con su mascota:
  • Evite que la mascota entre a la habitación del niño y de ser posible manténgala fuera de la casa. En caso de los perros, idealmente mantenerlos en el patio, el cual deberá acondicionarse para tal afecto.
  • Lave las cobijas, camas, juguetes, y demás objetos de la mascota al menos una vez por semana; de igual forma lave o aspire sus recintos.
  • Bañe a la mascota al menos una vez por semana y consulte con su médico veterinario sobre el tipo de shampoo que puede utilizar.
  • Cepille a la mascota frecuentemente, evite que el niño asmático esté cerca mientras lo hace.
  • El uso de los llamados “baños en seco”, que se venden en muchas clínicas veterinarias, son muy efectivos para capturar pelo y células muertas de la piel de perros y gatos, siendo por tanto una buena opción para el cepillado semanal. De igual forma el uso de toallas húmedas diseñadas para mascotas permiten capturar pelo y polvo y pueden usarse casi a diario.
  • No permitir que el pequeño se acerque a los areneros de los gatos y no colocar éste en lugares muy ventilados para que los alergenos no se diseminen por el resto de la casa por efecto del viento.
  • Todos los miembros de la familia deben lavarse bien las manos luego de acariciar ó jugar con la mascota.
  • Si posee hámster, pájaros u otros tipo de mascota que viva en jaula, debe lavarla regularmente y por supuesto que no esté en la habitación del niño y que no sea éste el que haga dicha tarea.
  • Utilice en perros y gatos productos contra pulgas y garrapatas de forma rutinaria.
  • Si la mascota posee algún problema de piel, como alergia, hongos, infecciones bacterianas, sarna, etc., las medidas anteriores deben aumentarse, debido a que un animal con la piel enferma secreta mayor cantidad de grasa y escamas, aumentando la posibilidad de una crisis asmática.
Aún así, si la recomendación pediátrica es estricta, puede consultarse con el médico si una tortuga o un pez pueden ser el substituto del perro o gato que el niño tanto desea, y de ser permitido, acercarse con el médico veterinario para que nos instruya sobre el cuidado que debemos tener con éstos y cómo evitar que se enfermen.
En lo que si deseo ser enfático es que no podemos culpar a una mascota de ser la causante del asma en nuestros hijos si no cumplimos al menos con 5 de las recomendaciones arriba señaladas y que todo médico hace para evitar el asma, mucho menos, si fumamos en presencia de nuestros hijos.
Así pues, podríamos decir que el asma en una enfermedad en la cual participan muchos factores, pero pese a ello podríamos decir también que es una enfermedad manejable, pero para su control requiere de un compromiso y esfuerzo por parte de los padres, los miembros de la familia y sobre todo de mucha comunicación con los pediatras, neumólogos y, en caso de que la mascota resultara involucrada, con el médico veterinario.

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