24 de agosto de 2011

Comportamiento.

La conducta instintiva del perro, es decir, su modo de actuar cuando no se ha sometido a ningún tipo de adiestramiento, es comparable con la del lobo, el coyote, el zorro o el chacal. Los cachorros con sólo cuatro semanas ya son capaces de ladrar, gruñir y aullar, tal y como lo hacen otras especies de Cánidos. Los animales emiten estos sonidos para comunicarse en momentos de excitación, miedo, dolor o para marcar el territorio.
También se comunican utilizando el lenguaje corporal. La expresión de la cara, la posición de las orejas, el movimiento de la cola, la forma en que se les eriza el pelo del lomo y las posturas que adoptan indican el estado de miedo, excitación, agresión o sumisión de un perro. Comprender el significado de estas señales puede ser importante. Mostrar los dientes, bajar las orejas, estirar la cola, erguir las patas o erizar el pelo del lomo son algunos de los signos de posible hostilidad que pueden mostrar estos animales. Los perros suelen marcar su territorio con la orina y pueden defender su posesión aullando, ladrando o realizando posturas agresivas.
Tras un adiestramiento, son capaces de aprender ciertos comportamientos o de obedecer órdenes. Un perro domesticado está siempre dispuesto a aprender y lo normal es que desee complacer a su amo. Por estos motivos, los perros se han convertido en los animales de compañía más fieles.